La computación cuántica permitirá procesar en segundos volúmenes de información que actualmente tardaría siglos, pero no será la siguiente generación informática. Los avances en esta materia han sido significativos, pero aún está estancada por el poco entendimiento del mundo cuántico, donde las partículas pueden estar en dos lugares a la vez, y solo con mirarlas cambiamos su estado, lo que impide su estudio. Lo que necesitamos es una etapa de transición entre la computación actual y la computación cuántica.
Es aquí donde se genera la crisis. Si la computación cuántica no llega pronto, y la tecnología continua a los ritmos actuales de innovación, de aquí a 10 años ya no se podrá construir procesadores más rápidos, porque no se podrán construir transistores más pequeños.
Incluir más transistores en un mismo espacio.
Incluir transistores cada vez más rápidos.
Que sean viables económicamente.
De continuar al ritmo actual de innovación, en 10 años más no podremos cumplir ninguno de los 3 requisitos. La respuesta proviene del supermaterial que ganó el premio Nobel de física del 2010: El grafeno. Compuesto por hojas de carbono de un átomo de espesor, el grafeno posee características de dureza, flexibilidad y conductividad eléctrica con las cuales cambiará muchos aspectos de nuestra vida: La electrónica, la construcción, el camuflaje militar y probablemente la tecnología en general. La ventaja específica que provee el grafeno es que su conductividad eléctrica permite crear transistores mucho más rápidos utilizando el menos espacio que los actuales. El problema es que resulta muy complejo crear transistores de grafeno, dado que es tan pequeño que cuesta mucho permitir los estados de encendido y apagado (o y 1), o eso era hasta ahora.
“Demostramos por primera vez que se puede usar ADN para desarrollar nanocables y luego hacer transistores funcionales” dijo Anatoliy Sokolov, co-autor del proyecto. “Nuestro método de fabricación basado en ADN es altamente escalable, y ofrece bajos costos de manufactura. Todas estas ventajas lo hacen muy atractivo para la adopción de la industria”.
Primero los científicos utilizaron silicio (como sustrato) para el transistor experimental. Sumergieron el silicio en una solución de ADN para formar cadenas en línea recta. Posteriormente, estas cadenas de ADN fueron sometidas a un proceso químico para que absorbieran iones. Luego, la solución completa fue calentada junto con gas metano (que posee carbono). El calor liberó átomos de carbono, los cuales fueron atraídos por las cadenas de ADN, formándose así un cable de grafeno. Estos nanocables fueron utilizados para crear un transistor, el que funcionó correctamente. Pese a que no es la primera innovación tecnológica que utiliza ADN como material de construcción, esta nanotecnología será bien recibida por el mercado por lo que a más tardar podremos esperar la computación cuántica .
Información adicional: http://www.extremetech.com/extreme/165990-scientsists-use-dna-to-shape-graphene-into-the-transistor-of-the-future
"Cada 18 meses se duplica el número de transistores de circuito integrado de los microprocesadores que se producen en cada laboratorio informático". Gordon E. Moore "End of transmission".