8 ene 2013

QUANTUM SERVER


Se espera que las computadoras cuánticas jueguen un importante rol en lo que respecta al futuro del procesamiento de la información, desde que se sabe que pueden superar a las computadoras clásicas en muchas tareas.
Considerando los retos inherentes para construir dispositivos cuánticos, es concebible que el futuro en las capacidades de computación cuántica existan en pocos centros especializados alrededor del mundo: algo muy parecido a lo que sucede hoy en día con los super ordenadores, que su accesibilidad al gran público es prácticamente nula.
Los usuarios podrían interactuar entonces con aquellos centros especializados instalados alrededor del mundo con el fin de que éstos centros procesen los datos de forma cuántica.
El escenario podría ser parecido a lo que sucede actualmente con la llamada “computación en la nube”, donde servidores remotos centrales son utilizados para almacenar y procesar datos. 
El reto obvio es que la computación en la nube se globalice y sobre todo hacerla segura, haciendo que la información se transfiera de forma segura.

La computación cuántica puede proporcionar una respuesta a ese reto. “La física cuántica resuleve uno de los retos en computación distributiva, ya que puede preservar la privacidad de los datos cuando los usuarios interactúan con centros de computación remota”,  ha dicho Stefanie Bars, del Centro de Ciencia Cuántica de Viena, que juntamente con el Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica han hecho un estudio sobre ese tema.
Éste nuevo avance permite la delegación de una computadora cuántica de un usuario que no posee ningún poder de computación cuántica a un servidor, mientras se garantiza que la información que el usuario ha enviado permanezca en perfecta privacidad. El servidor cuántico lleva a cabo cálculos, pero ésto no significa que averigue lo que en realidad está realizando: una función que no es alcanzable en el mundo clásico.
Los científicos que han investigado en el grupo de Viena han demostrado el concepto de “ceguera en la computación cuántica” a través de un experimento: ellos llevaron a cabo el primer experimento cuántico donde los datos de los usuarios permanecieron perfectamente encriptados. La demostración experimental utiliza fotones (partículas de luz) para codificar la información. Los sistemas fotónicos son adecuados para la tarea, porque las operaciones cuánticas pueden ser llevadas a cabo en ellos, y pueden ser transmitidas a grandes distancias. El proceso funciona de la siguiente manera: los usuarios preparan los qubits -las unidades fundamentales de las computadoras cuánticas (en un estado que únicamente es conocido por ellos)- y luego envían éstos qubits a una computadora cuántica que se encuentra en otro sitio. Entonces la computadora cuántica realiza un entrelazamiento de los qubits de acuerdo con un esquema estándar: ya preestablecido.
El procesamiento de la información cuántica está implementado por la simple medición de los qubits y es entonces cuando las mediciones realizadas en la computadora del usuario en un estado dado son enviadas a un servidor cuántico. Finalmente, los resultados de la computación son enviados de vuelta al usuario quien interpreta y utiliza los resultados de dicha computación.
Aún si el ordenador cuántico o un espía tratara de leer los qubits, no podrían obtener nigún tipo de información útil sin saber el estado inicial, ya que tanto el ordenador cuántico, como los usuarios, están completamente ciegos respecto al contenido de la información.

"La seguridad de la información es un asunto de personas, procesos y tecnología". Bruce Schneier (criptógrafo, experto en seguridad informática)

"End of transmission".





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